Agradezco
verme la carne
fláccida en los brazos,
las arrugas en el rostro,
las manchas en la piel,
los cabellos blancos:
todo ello da testimonio
de que he tenido
la enorme suerte
de que se me haya concedido
mucho tiempo
para vivir
con este cuerpo,
que tan buen servicio
aún me proporciona.