Agradezco
el poder de la evocación
que del sonido
del agua
al entrar en la lavadora
me ha llevado por un instante
al lado de aquel riachuelo
de montaña.
Todavía siento su frescor
en las yemas de los dedos.
Agradezco
el poder de la evocación
que del sonido
del agua
al entrar en la lavadora
me ha llevado por un instante
al lado de aquel riachuelo
de montaña.
Todavía siento su frescor
en las yemas de los dedos.